La inflación en Europa cae a su nivel más bajo desde la invasión rusa de Ucrania

La inflación en Europa cayó a su ritmo más lento desde que Rusia invadió Ucrania, lo que refuerza la idea de que el banco central de la región ponga fin pronto a las subidas de los tipos de interés. 

Los precios al consumo en los 20 países que utilizan el euro subieron un 6,1% el mes pasado en comparación con hace un año, frente al 7% de abril, según una estimación inicial de este jueves de la agencia de estadística de la Unión Europea. 

Se trata de la tasa de inflación más baja desde febrero de 2022, cuando Moscú lanzó una invasión a gran escala de su vecino, disparando los precios mundiales de la energía. 

El ritmo de aumento de los precios de los alimentos disminuyó por segundo mes consecutivo en mayo, mientras que los precios de la energía bajaron. La inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, se ralentizó hasta el 5,3%, su nivel más bajo en cuatro meses. 

Los datos nacionales publicados este miércoles muestran que la inflación ha caído con fuerza en Alemania, Francia, Italia y España. El aumento de los precios disminuyó en una amplia gama de categorías de productos en las mayores economías europeas. 

Eso podría dar al Banco Central Europeo motivos para pausar pronto las alzas de los tipos de interés, aunque la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo este jueves que los responsables políticos aún tienen «terreno que recorrer para llevar los tipos de interés a niveles suficientemente restrictivos». 

«Hoy en día, la inflación es demasiado alta y va a seguir siéndolo durante demasiado tiempo», dijo Lagarde en una conferencia bancaria en Alemania. 

Por qué es importante: La invasión rusa de Ucrania ha alterado profundamente la economía europea, provocando una fuerte subida de los precios de los alimentos y la energía. En un intento de frenar la inflación, el BCE ha subido los tipos de interés en varias ocasiones. 

Antes de la guerra, Europa importaba grandes cantidades de gas natural y petróleo de Rusia. Para muchos países europeos, desprenderse de este suministro barato de energía fue un proceso doloroso e inicialmente lento. 

Aunque en los primeros meses de la guerra se produjeron grandes muestras de simpatía hacia Ucrania, algunos analistas temían que el apoyo europeo disminuyera a medida que el conflicto se prolongara e infligiera elevados costes a los consumidores, especialmente durante el invierno, cuando se esperaba que los elevados costes energéticos afectaran más. 

Sin embargo, gracias a la capacidad de Europa para reponer sus reservas de gas durante los meses más templados y a una serie de medidas de apoyo aplicadas por los gobiernos, los consumidores no tuvieron que soportar unos costes tan elevados como se temía en un principio. 

Las noticias de hoy sobre el descenso de la inflación serán un alivio para gobiernos y consumidores de todo el continente. 

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