Cómo combatir los pensamientos de ansiedad y depresión

La ansiedad y depresión son estados mentales y afectivo emocionales, con síntomas también físicos, que nos impiden poder desarrollar nuestra vida diaria con normalidad. Sin embargo, combatir el estrés y la ansiedad, e incluso la depresión, puede estar en tus manos incorporando en tus rutinas algunos sencillos cambios. 

Empezado hacer estas acciones podremos combatir la ansiedad y la depresión: Relajarse: Los ejercicios de relajación son muy efectivos para combatir el estrés y la ansiedad. Integrándolos en tu rutina te ayudarán a aliviar los síntomas o pensamientos. 

Meditar: Practicar la meditación regularmente te ayudará a combatir la ansiedad, el estrés y la depresión, ya que activa el estado de alerta-relajada, aportando una mayor serenidad y alejando pensamientos y emociones negativas. 

Aceptar la realidad: Ahorrar energía aceptando la realidad que es Ahora, te ayudará a seguir hacia delante y a encontrar la felicidad y armonía que buscas. 

Salir de la “zona de confort”: Cambiar nuestros hábitos puede resultar difícil. Sin embargo, es la única forma para realmente salir de la “zona de estancamiento” en la que te encuentras. 

Descansar y dormir: Dormir bien es fundamental para combatir el estrés, la depresión y la ansiedad 

Existen numerosas herramientas que tienen como objetivo ayudarte a convivir con esos pensamientos negativos sobre los que no tienes control, de una forma serena y desapegada. Es muy importante recalcar que no somos responsables de la aparición y existencia de los pensamientos que tenemos. Tan solo tenemos cierta responsabilidad en la atención que les prestamos.  

La psicología de la salud dispone de un amplio abanico de técnicas destinadas a cambiar la interpretación, el contenido y el significado de algunos de los pensamientos que experimentamos. 

Este tipo de pensamientos, negativos e irracionales, nos limitan, modifican nuestro modo de interactuar con el mundo y dificultan nuestra capacidad de disfrutar de la vida. 

Debemos tener claro que todos tenemos una serie de pensamientos que nos generan cierta emoción, la cual, a su vez, hace que nos comportemos de una manera determinada. Mientras que la emoción y la conducta mantienen esa situación, en realidad, el origen siempre está en el pensamiento. Es decir, no somos lo que nos pasa, sino que somos lo que pensamos que nos pasa. 

Las opciones son amplias, por eso deberás comenzar escogiendo las que te resulten más fáciles de llevar a cabo. Necesitarás perseverar, pero si esas no te resultan no te des por vencido, cambia a otras hasta que encuentres las que sean más útiles para ti. 

Actividad física y depresión: El ejercicio es una de las más eficaces, pues se ha descubierto que incrementa la formación de neuronas, mejora la respuesta al estrés, que es factor de riesgo para la depresión, y sube nuestro ánimo. 

Practicarlo tan solo 15 minutos al día ya tiene importantes beneficios. Si crees que esto te resultará complicado, puedes probar a aumentar el tiempo de paseo, pues también se ha comprobado su efecto protector frente a la depresión. 

Analiza tus pensamientos: Muy especialmente analiza tus pensamientos negativos, pues es una manera efectiva de mejorar los sesgos cognitivos, algo fundamental para superar la depresión. 

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