Autopsia de George Floyd revela que su muerte fue homicidio.

La autopsia oficial del forense del condado de Hennepin (Minnesota) concluyó este lunes que la muerte del afroamericano George Floyd, de 46 años, fue un homicidio. El guardia de seguridad falleció de un “fallo cardiopulmonar” y por complicaciones debido a la actuación de la policía y «la compresión del cuello”. El informe, avanzado por The Washington Post, señala que Floyd también sufría enfermedades cardíacas, intoxicación por fentanilo y uso reciente de metanfetamina, que los forenses consideran como “condiciones significativas”, pero no precisan si contribuyeron a su muerte.

Floyd permaneció ocho minutos y 46 segundos con la rodilla del policía blanco Dereck Chauvin clavada en su cuello mientras clamaba que no podía respirar. Incluso cuando perdió la consciencia, el agente no se inmutó. Cuando llegó la ambulancia, Floyd ya no tenía pulso y finalmente, las autoridades sanitarias declararon su muerte en el hospital, reseñó El País.

Horas antes del informe oficial del forense del condado de Hennepin, otra autopsia particular encargada por la familia de Floyd establecía que murió asfixiado por “una presión sostenida” en el cuello y en la espalda que le impidieron que circulara la sangre hacia su cerebro y entrara aire en sus pulmones, según el abogado de la familia del fallecido, Ben Crump, provocando su muerte. En un primer momento, el Departamento de Policía de Minneapolis se adelantó para informar de que Floyd murió debido a un “incidente médico”, algo que han descartado las dos autopsias mencionadas.

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