«La inteligencia artificial general (IAG) se refiere a la capacidad de una máquina para comprender, aprender y aplicar conocimientos en una amplia variedad de tareas de manera similar a como lo haría un ser humano. En otras palabras, la IAG implica la capacidad de la inteligencia artificial para realizar cualquier tarea cognitiva que un ser humano pueda hacer». Esta es la definición de IAG que el ChatGPT de OpenAI proporciona. 

Esta tecnología «aspira a replicar la amplitud y profundidad de la inteligencia humana, abordando no solo tareas específicas, sino también la comprensión, el razonamiento, la resolución de problemas y la capacidad de aprender de manera general», ha agregado el chatbot. 

La IAG es un tipo de sistema automático que podría realizar con éxito cualquier tarea intelectual que los seres humanos realicen: sería capaz de comunicarse en lenguaje natural, planificar, aprender, realizar juicios y razonar ante situaciones de incertidumbre. 

OpenAI ha asegurado que este es un sistema que han estado perfeccionado durante los últimos dos años, y que podría superar la capacidad humana a la hora de realizar la mayor parte de los trabajos económicamente valiosos. 

Hasta ahora, la mayoría de los avances en inteligencia artificial se han centrado en aplicaciones especializadas y enfoques específicos de problemas. Pero la IAG va más allá. Involucra no solo la mejora de algoritmos y modelos, sino también la comprensión profunda de la cognición humana y la capacidad de traducir esos principios en sistemas informáticos avanzados. 

Pero aún hay tareas que son inherentemente humanas, como la creatividad y la empatía, donde los seres humanos siguen teniendo una ventaja significativa. De momento existen áreas que suponen desafíos para la inteligencia artificial.