José Mourinho, el finalista invencible

El portugués juega este miércoles su sexta final continental, la segunda con la Roma. Las cinco anteriores, acabó levantando el título 

Campeón de la UEFA y de la Champions con el Oporto, de una segunda Champions con el Inter, de la Europa League con el United y de la Conference con la Roma. Cinco finales de cinco, que pueden ser seis si este miércoles levanta la Europa League ante el Sevilla. En la ciudad eterna, José Mourinho puede agrandar aún más su leyenda en el fútbol europeo, en el que sería su segundo trofeo continental consecutivo con los ‘Giallorossi’. De momento, ya es el primer técnico en alcanzar una final europea con cuatro clubes diferentes. 

Mourinho se dio a conocer en la escena europea cuando en 2003 llevó al Oporto al título de la Copa de la UEFA (predecesora de la Europa League) y a ganar la Liga de Campeones un año después, la primera de las dos orejonas que tiene el luso. Dos décadas después, Mourinho puede levantar en Budapest su sexto trofeo europeo, el segundo con la Roma después de haber conquistado la pasada temporada la primera edición de la Conference League 

«Soy mejor entrenador, mejor persona, mismo ADN. El ADN es motivación, es felicidad. Deseo por estos grandes momentos y algunos de estos sentimientos trato de transmitírselos a los muchachos. Creo que se puede ser cada vez mejor con tus experiencias… Pienso que tu cerebro se vuelve más agudo y la suma de conocimiento es mejor con el paso de los años», explica el luso. «Te quedas estancado cuando pierdes la motivación; mi motivación va a más cada día… Creo que soy mejor ahora», añadió. 

Mourinho se ha convertido en un héroe para los ‘tifosi’ romanos después de dar a la entidad el primer título europeo, lo que llevó al veterano portugués a romper en lloros tras ganar al Feyenoord en la final de Tirana (1-0). Fue el signo evidente de la conexión emocional que se ha establecido entre Mourinho y los hinchas de la Roma, que llevaban esperando desde 2008 a que su equipo ganase un título. El apasionado idilio recuerda a la historia de amor que vivió Mourinho con el Inter, cuando puso fin a trece años sin títulos con un histórico triplete (Champions, Serie A y Coppa) en 2010, para marcharse después al Real Madrid. 

«Es así porque lo doy todo. La gente no es estúpida. En el caso de la Roma, creo que va más allá de ganar o de las finales europeas. Creo que se dan cuenta que me puse la camiseta y que lucho por ellos cada día. Tal vez la gente piense que no puedes amar a cada club. Sí, amo a cada club porque también siento que ellos me aman. Con la Roma llegará un día que será difícil, pero permaneceremos conectados para siempre». 

La Roma llega a la final de Budapest en un estado de forma febril motivado por las constantes lesiones que han acompañado al equipo toda la temporada. De los diez últimos partidos oficiales disputados, el equipo de Mourinho solo fue capaz de ganar los partidos del Olímpico de cuartos y semifinales de Europa League (4-1 al Feyenoord y 1-0 al Bayer Leverkusen, respectivamente). Dos triunfos que le valieron para meterse en la final de Budapest. En la Serie A, solo ha sumado 4 de los últimos 21 puntos posible, lo que deja a la Roma sin posibilidad de clasificarse para la próxima Liga de Campeones, salvo que gane al Sevilla. 

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