Las tensiones entre Real Madrid y FC Barcelona, dos rivales acérrimos dentro y fuera del campo, dieron un giro inesperado e incendiario con los dos clubes envueltos en una guerra de palabras sobre qué institución estuvo más cerca de Francisco Franco durante el gobierno de 36 años del dictador en España. 

El trasfondo del embrollo es lo que se conoce como el ‘Caso Negreira’, un presunto escándalo de pago de árbitros que ha llevado acusaciones de corrupción a las puertas del Barcelona. 

Más de ocho semanas después de que se hiciese público el escándalo, el presidente del FCB, Joan Laporta, salió este lunes a defender al club catalán. 

Durante una conferencia de prensa de dos horas, que fue convocada para responder públicamente a las acusaciones de que el Barça pagó US$ $ 7,8 millones durante 17 años a José María Negreira, el exvicepresidente del Comité de Arbitraje del fútbol español, Laporta se apegó en gran medida a su guión en un principio. 

Hubo las esperadas negativas y críticas al gran rival, Real Madrid, con Laporta diciendo que la relación entre los dos clubes ahora se había “agriado” después de que el rival del Barça se involucrara con acusaciones propias. 

El máximo responsable del Barça incluso aludió a lo que, según dijo, eran 629 informes técnicos arbitrales, 43 CD y cuatro informes misceláneos que desmienten las acusaciones. 

El escándalo arbitral del FC Barcelona, uno de los más graves del fútbol, dice Aleksander Čeferin, presidente de la UEFA