EL RACISMO en pleno siglo XXI

Las actitudes, valores y sistemas racistas establecen, abierta o veladamente, un orden jerárquico entre los grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que goza el grupo dominante.

Durante la colonización, al llegar al territorio norteamericano, Inglaterra utilizó el racismo para facilitar y legalizar la esclavitud. La esclavitud en los Estados Unidos comenzó con esclavos negros africanos y las personas de ascendencia africana y, ocasionalmente, con los amerindios. Una ley de Virginia de 1705 estableció que la esclavitud se aplicaría a aquellas personas de pueblos que no fueran cristianos. La mayoría de los esclavos eran negros, y estaban en poder de los blancos, aunque algunos norteamericanos nativos y negros libres también tenían esclavos.

Aun habiéndose eliminado la esclavitud, se siguió practicando la segregación durante casi un siglo, pero, como resultado de la lucha por el Movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos y del apoyo del Presidente John F. Kennedy y de Lyndon Johnson, se firma en 1964 la Ley de Derechos Civiles, en la que se prohíbe la aplicación desigual de los requisitos de registro de votantes y la segregación racial en las escuelas, en el lugar de trabajo y en las instalaciones que sirvieran al público en general (lugares públicos), y, un año después, en 1965, la Ley de derecho al voto.

El racismo, la xenofobia y la intolerancia son problemas frecuentes en todas las sociedades. Pero todos y cada uno de nosotros jugamos a diario un papel, ya sea contribuyendo o rompiendo los prejuicios raciales y las actitudes intolerantes. Conviértete en un defensor de los derechos humanos y lucha contra el racismo.

Existen varios tipos de racismo por los que las personas se pueden sentir discriminadas o ser víctimas de desigualdades:

1.- Racismo biológico. Es el tipo de racismo menos tolerante. Entiende que una raza es biológicamente superior a las demás, que amenazan con degenerar la raza que es considerada principal. El racismo biológico no cree que los miembros de otras razas deban tener ningún derecho, piensa que deben ser excluidos totalmente e incluso apuesta por la segregación física. Un ejemplo de este tipo de racismo fue el llevado a cabo por el régimen nazi en los años 30 y 40: consideraban la raza aria como una raza pura y superior.

2.- Racismo aversivo. Es un tipo de racismo sutil porque generalmente es empleado por personas que están abiertamente en contra del racismo y de los comportamientos racistas. En el racismo aversivo se pretende la igualdad de derechos y la libertad para que cada grupo viva su propia cultura abiertamente. En cambio, las actitudes racistas se producen mediante la distancia con la otra persona, falta de empatía o mostrando frialdad.

3.- Racismo etnocentrista. Este tipo de racismo está basado en la superioridad cultural del propio grupo, por lo que este asume que otros grupos diferentes suponen una amenaza cultural. En este tipo de racismo no hay derecho a la igualdad y se cree que las personas que son de una raza diferente a la propia deben someterse al grupo predominante. El rechazo de costumbres, creencias, comportamientos, religiones o lenguas de otros grupos étnicos son actitudes recurrentes en este tipo de racismo.

4.- Racismo simbólico. El racismo simbólico aboga por el derecho a ser iguales, pero con matices: el derecho a ser iguales existe, pero para ámbitos puntuales o ciertas situaciones. Un ejemplo que explica el racismo simbólico es la libertad que tiene cada grupo para vivir como quiera, pero en áreas limitadas para dicho grupo. Estas actitudes provocan una segregación cultural entre los distintos grupos, lo que a su vez produce distanciamiento entre sus miembros.

La discriminación racial y étnica ocurre a diario a la vez que impide el progreso de millones de personas en todo el mundo. El racismo y la intolerancia destruyen vidas y comunidades por medio de sus diversas manifestaciones, desde privar a las personas de los principios fundamentales de igualdad y no discriminación, hasta propiciar el odio étnico que puede conducir al genocidio. La lucha contra el racismo es una prioridad para la comunidad internacional y es parte esencial de la labor de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Las Naciones Unidas se ha ocupado de este problema desde su fundación y la prohibición de la discriminación racial está consagrada en todos los instrumentos principales de derechos humanos. La prohibición de la discriminación racial establece obligaciones para los Estados y les encomienda la tarea de erradicar la discriminación del ámbito público y privado. Asimismo, el principio de la igualdad también exige a los Estados adoptar medidas especiales para eliminar las condiciones que causan la discriminación racial o que contribuyen a perpetuarla.

Por medio de la Unidad Anti-Discriminación, la oficina apoya la lucha contra el racismo y la intolerancia.  Asimismo, la Unidad fortalece la capacidad nacional para eliminar el racismo por medio de la prestación de servicios de asesoría, la realización de estudios e  investigaciones sobre el racismo,  y asiste a los mecanismos intergubernamentales y de expertos que se ocupan de la situación de grupos de víctimas, y participa con la sociedad en general para establecer asociaciones, crear conciencia y movilizar en favor de medidas antidiscriminatorias, como las leyes, las políticas y los programas.

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