El astronauta de la NASA Frank Rubio regresa de una misión récord en el espacio

El astronauta de la NASA Frank Rubio, que ha batido todos los récords, ha regresado por fin a la Tierra, sintiendo la atracción de la gravedad del planeta por primera vez en más de un año. 

La llegada de la tripulación marcó el final de un largo e inesperado viaje para Rubio, que tenía previsto pasar solo seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional. En lugar de ello, pasó un total de 371 días en el espacio tras el descubrimiento de una fuga de refrigerante procedente de su viaje original mientras estaba acoplado al puesto orbital. 

La estancia de Rubio batió el récord de mayor permanencia de un astronauta estadounidense en microgravedad. También se convirtió en el primer estadounidense en pasar un año entero en órbita. 

Su misión récord también supuso otras notables primicias para Rubio: este fue su primer viaje al espacio después de ser seleccionado para el cuerpo de astronautas de la NASA, en 2017, y al inicio de la misión, se convirtió en el primer astronauta de origen salvadoreño en viajar a la órbita terrestre baja. 

Los cosmonautas de Roscosmos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin y el astronauta de la NASA Frank Rubio posan para una foto antes del desacoplamiento de la cápsula espacial Soyuz MS-23, mientras abandonaban la Estación Espacial Internacional y se dirigían a un aterrizaje asistido por paracaídas en la estepa de Kazajstán, el 27 de septiembre de 2023.  

En una entrevista reciente con CNN, Rubio dijo que si hubiera sabido que su estancia en la estación espacial sería el doble de lo previsto originalmente, «probablemente habría declinado» la asignación antes de comenzar el entrenamiento. 

«Y eso solo por las cosas familiares que estaban pasando este último año», dijo. «Y si hubiera sabido que tendría que perderme esos acontecimientos tan importantes, simplemente habría tenido que decir: ‘gracias, pero no, gracias'». 

Se espera que Rubio, que tiene cuatro hijos, comience el viaje de vuelta a casa desde el lugar de aterrizaje de la nave Soyuz, cerca de la ciudad de Dzhezkazgan, en Kazajstán. Primero, volará a Karagandá, a unos 530 kilómetros al noreste de Dzhezkazgan, antes de embarcar en un vuelo a Houston. 

En total, Rubio y sus compañeros recorrieron 253,3 millones de kilómetros y completaron 5.963 órbitas de la Tierra, según la NASA. 

Rubio superó el récord anterior de mayor permanencia en el espacio de un astronauta estadounidense, 355 días, establecido por Mark Vande Hei, de la NASA, en 2022. 

El cosmonauta ruso Valeri Polyakov, quien permaneció 437 días seguidos en órbita a bordo de la estación espacial rusa Mir –entre enero de 1994 y marzo de 1995–, ostenta el récord mundial de mayor permanencia en el espacio. 

Rubio viajó a la estación espacial en una nave rusa como parte de un acuerdo de viaje compartido entre la NASA y Roscosmos, la agencia espacial rusa, que fue negociado en el verano boreal de 2022 en medio de la invasión rusa de Ucrania. El acuerdo de intercambio de asientos fue un esfuerzo para continuar con las políticas de larga data que han tratado de garantizar el acceso a la Estación Espacial Internacional tanto para Estados Unidos como para Rusia —los principales operadores del puesto de avanzada— en caso de que cualquiera de los dos países experimentara problemas con las naves espaciales que dejaran a sus astronautas en tierra. 

Rubio, Prokopyev y Petelin despegaron a bordo del vehículo Soyuz MS-22 el 21 de septiembre de 2022 y llegaron sanos y salvos a la Estación Espacial Internacional tres horas más tarde, dejando la cápsula Soyuz acoplada al exterior de la estación espacial mientras se ponían a trabajar a bordo del laboratorio orbital. 

En una entrevista con periodistas, la semana pasada, Rubio dio las gracias a su familia, señalando que su «resistencia y fortaleza me han llevado a lo largo de toda esta misión». 

Los cosmonautas de Roscosmos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin y el astronauta de la NASA Frank Rubio, posan para una foto antes del desacoplamiento de la cápsula espacial Soyuz MS-23 mientras abandonaban la Estación Espacial Internacional y se dirigían a un aterrizaje asistido por paracaídas en la estepa de Kazajstán el miércoles.Konstantin Borisov/Roscosmos/Reuters

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