Drama argentino en el estreno del Mundial

Los argentinos viven la vida con rabiosa intensidad. Y el fútbol ni hablamos. Exaltación máxima. Para lo bueno y para lo malo. A las once de la mañana ya paladeaban el Mundial que se le debe a Messi y dos horas después se hundían en una profunda depresión. Porque la sorpresa fue mayúscula. Argentina se plantaba en en Lusail con 36 partidos sin saber lo que era perder, no caía en un debut universal desde 1990 con aquel gol mítico del camerunés Oman Biyik y con la presencia en su once inicial del mejor del mundo. Nada podía fallar. Todo estaba preparado para encumbrar a la albiceleste a candidata al título. Pero no se esperaban la resistencia saudí. 

En cinco minutos fatídicos en la segunda mitad los argentinos vieron cómo les remontaban el tanto inicial de Messi. Con dos golazos, además. El crack fue el 10 de Arabia. Al Dawsari se marcó un chut cruzado de ensueño en el segundo tanto. El que fuera jugador del Villarreal, ese que debutó ante el Real Madrid en la competición española, ya se puede morir tranquilo. Dio el triunfo a su selección en uno de los momentos para recordar. Historia viva. Arabia Saudí sólo había ganado tres partidos en un Mundial, y todos ellos ante rivales africanos. Y ha variado la tendencia con Messi enfrente, por lo que el valor se multiplica por mil. El sufrimiento fue interminable, con una prolongación de casi catorce minutos. Con el pitido final los saudíes sintieron que entraban en los libros para la eternidad. Argentina se quedó en shock, aunque hay que recordar que España perdió su primer partido en Sudáfrica y todos sabemos cómo acabó aquello. Pero ahora ya irá presionado a su próximo partido frente a México. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *