Es considerado un trastorno que se puede curar y se debe tratar ya sea con médicos o con tratamientos naturales. La depresión es cada vez más común en jóvenes y en adultos, sin embargo, a las personas les cuesta admitir que están deprimidos, incluso que están tristes y aunque la tristeza a menudo se confunde con la depresión, debemos empezar aclarando que son cosas distintas. 

La depresión no nos permite adaptarnos a nada, al contrario, nos impide disfrutar de todo lo bueno que nos rodea y cuando se padece el funcionamiento de nuestro cerebro se altera. Es fundamental romper el tabú que suponen las enfermedades mentales y consultar a un profesional a la mayor brevedad posible y con la misma naturalidad que cualquier otro padecimiento de la vida diaria. Es importante tener siempre presente que como muchas otras enfermedades, tiene sus síntomas, su tratamiento, su proceso de recuperación y finalmente su cura. 

Existen muchas maneras de afrontar la depresión, ya sea con psicología, siendo muy variadas las terapias usadas por los profesionales para combatir esta enfermedad. Por su parte, los psiquiatras recetan diferentes fármacos que ayudan a su tratamiento. 

Numerosos grupos de expertos coinciden en los comportamientos y los hábitos que llevan a su prevención y ayudan a su recuperación. Uno de los más populares es el del pensamiento positivo que consiste básicamente en reforzar los momentos buenos y felices de cada día y de cada situación que vivimos. El ejercicio es una de las más eficaces, pues se ha descubierto que incrementa la formación de neuronas, mejora la respuesta al estrés, que es factor de riesgo para la depresión y sube nuestro ánimo. 

Un de los cognitivos más característicos de la depresión, la persona se centre solo en los detalles negativos, incluso a pesar sea positivo; Uno de sus otros cognitivos de la depresión se relacionan con: Baja autoestima, Memoria selectiva, Pensamiento dicotómico, Maximalismo. 

Sentirse triste, angustiado, desanimado, agotado o irritado durante un periodo corto es normal. El problema viene cuando estos sentimientos interfieren en tu vida diaria, dejándote totalmente o parcialmente incapacitado para enfrentarte a situaciones cotidianas. Se caracterizada por síntomas de tristeza, ansiedad, sensación de vacío, apatía, frustración, ira y cansancio extremo, entre otros signos, que se prolongan en el tiempo y afectan negativamente a la funcionalidad de la persona, impidiéndole desempeñar su vida personal, familiar o laboral con normalidad. En su forma más grave puede incluso conducir a conductas suicidas. 

A menudo se confunde depresión con tristeza, pero son cosas diferentes. La tristeza es uno entre los múltiples síntomas que puedes experimentar cuando sufres depresión. Es una enfermedad sufrir de depresión, requiere de un diagnóstico, un tratamiento, un proceso de recuperación y por último, una curación. 

Atraves de psicoterapia de tipo cognitiva-conductual tratan la depresión, interpersonal y conversacional para ayudarte a resolver tus inquietudes y problemas. En el caso de que se considere necesario también se combina con un tratamiento farmacológico. 

Se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen depresión. La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general, la depresión afecta más a la mujer que al hombre. 

Medicina natural para tratar la depresión; Son plantas medicinales, dentro de esta terapia se han empleado varias drogas vegetales para ayudar a tratar la depresión. Dentro de las más conocidas, estudiadas y que han demostrado eficacia, tenemos: el hipérico o hierba de San Juan y la rodiola. Como remedios florales para tratar la depresión se pueden emplear: Gorse, Mustard, Olive, Aromaterapia. 

La meditación, es una terapia resulta útil en caso de estados depresivos leves. Gracias a ella, se puede conseguir disminuir el estado emocional de tristeza, debido a que permite reducir el estado de tensión, relajar a la persona y aportarle tranquilidad. Esta terapia también permite mantener la concentración, aumenta la conciencia del propio ser y de las emociones que se sienten, lo que ayuda a ganar confianza en uno mismo y autoestima. De esta manera, se puede dejar de lado el estado de ánimo y los pensamientos negativos que le abruman.